El hecho ocurrió ayer en la intersección de las rutas nacionales Nº 9 y 34.

Es sabido que Salta es una provincia caliente para el narcotráfico. Por su ubicación geográfica, resulta un paso obligado para la droga que cruza desde Bolivia y es trasladada hacia el centro del país. Esa ruta siguió ayer una mujer en una camioneta Fiat Toro hasta que fue interceptada por Gendarmería Nacional en la intersección de rutas nacionales Nº 9 y 34 con un considerable cargamento de cocaína.

La mujer viajaba en el vehículo con sus dos hijos menores y tenía como destino final Tucumán. En medio de la inspección, los uniformados notaron la presencia de una chapa en la parte inferior que les llamó la atención, ubicada entre el tanque de combustible y el soporte de la rueda de auxilio. Allí, comprobaron que el lugar había sido acondicionado como un compartimento oculto.

Además, los gendarmes observaron anomalías en la estructura de la caja del rodado, la cual poseía un masillado no habitual, signos de haber sido pintado y soldado recientemente. Eso empujó a los uniformados a revisar más a fondo el vehículo ante los fuertes inidicios de que trasladaba algo oculto.

Inmediatamente, los uniformados quitaron la chapa del sector inferior del vehículo, y descubrieron que se trataba de un doble fondo que contenía paquetes rectangulares. La prueba de campo Narcotest arrojó como resultado positivo para cocaína con un peso total de 62 kilos 565 gramos.

Según consignaron fuentes de Gendarmería Nacional, la Unidad Fiscal Federal de Salta dispuso la detención de la mujer involucrada, el decomiso del estupefaciente y el secuestro del rodado. Además, intervino el Juzgado de Menores.